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3.6.16

Hoy 3 junio en El País: Hierro del espacio para Tutankamón

El material de una de las dagas de Tutankamón procede de un meteorito
Un equipo de investigadores confirma que el hierro del arma del faraón procede del espacio
  La combinación (casi cabría escribir aleación) no puede ser más sugerente:Tutankamón y algo venido del espacio. La noticia de que, según un nuevo estudio, el hierro de una de las dagas halladas en la tumba del faraón procede de un meteorito invita a titulares tan sensacionales como Tutankamón portaba un arma extraterrestre o el cuchillo de la momia no es de este mundo, que desde luego tienen gancho. En todo caso la historia ya es bastante maravillosa sin necesidad de retorcerla.
Cuando Howard Carter desenvolvió la momia de Tutankamón en 1923 –un año después del hallazgo de la tumba- aparecieron sobre el cuerpo del joven rey, entre otros muchísimos tesoros, dos dagas ceremoniales de asombrosa factura: una atravesada en un cinturón sobre el abdomen y la otra colocada sobre el muslo derecho. Si la primera, de 31,9 centímetros, era una auténtica joya, con mango y vaina de oro, piedras semipreciosas y pasta vítrea y la hoja enteramente de oro, la segunda (numerada 256K), un poco más larga (34,2 centímetros) e igualmente una obra de arte, con pomo de cristal de roca, reveló al sacarla de su vaina una sorpresa mayúscula: la hoja de hierro.
Ya desde entonces se comenzó a especular con la procedencia de ese metal, dado que los egipcios de la época no producían aún hierro –el reinado de Tutankamón, hace más de 3.300 años, se sitúa en la Edad del Bronce- y los objetos de ese material eran extremadamente raros en su cultura y más valiosos incluso que el oro. Se dio por sentado que el hierro procedía de otros pueblos contemporáneos que sí lo forjaban como los hititas de Anatolia. De hecho, las cartas de Amarna –la correspondencia oficial de Egipto con otros estados durante el Imperio Nuevo- mencionan el regalo a los faraones de armas de hierro (y un brazalete), incluida una daga muy parecida a la de Tutankamón que le envió a su abuelo, Amenofis III, el rey Tushratta de Mitani, y que muy bien podría haber heredado el joven monarca.
La idea de que el hierro podía proceder de un meteorito –cuerpos celestes que los antiguos egipcios conocían y probablemente reverenciaban, como muchas otras culturas, desde los inuit a los tibetanos- no es nueva (se realizaron pruebas en 1970 y 1994), pero nunca se habían presentado datos concluyentes. La nueva investigación, llevada a cabo por un equipo italiano-egipcio y publicada en un pormenorizado artículo en la revista Meteoritics & Planetary Science http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/maps.12664/full,  asegura que los análisis que han realizado en dos zonas de la daga –que se exhibe en el Museo Egipcio de El Cairo- prueban la teoría. La composición de la hoja, determinada con exactitud mediante espectrometría de fluorescencia de rayos X, presenta un alto porcentaje de níquel (11 %) solo compatible con la procedencia de hierro de meteorito. Las trazas de cobalto en el metal confirman la hipótesis, según los estudiosos, que destacan que el análisis se produjo con un aparato portátil en el propio museo y sin que la daga sufriera ningún riesgo.
Los investigadores creen haber descubierto además el meteorito del que procede el hierro del puñal. Tras comparar las muestras con las de todos los 20 meteoritos de hierro conocidos en la región, concluyen que proviene de la octaedrita de 1 kilo bautizada comoKharga y hallada en 2000 en el puerto de Mersa Metruh, a 240 kilómetros al oeste de Alejandría. Los estudiosos subrayan que la primorosa factura de la hoja revela que los artesanos de la época de Tutankamón (Dinastía XVIII) poseían una capacidad de trabajar el hierro superior a la que se les atribuía. Apuntan también que su investigación arroja nueva luz sobre el hecho de que la palabra hierro se relacionara con el cielo en antiguos textos mesopotámicos, hititas y egipcios, con un jeroglífico incluso, en uso en la XIX Dinastía (la de Ramsés II), que podría traducirse como “hierro del cielo”.
La daga de Tutankamón no es el único objeto de hierro de meteorito hallado en Egipto. Ni el más antiguo: en una tumba en Gerzeh, cerca de El Fayum, aparecieron nueve cuentas de collar hechas martilleando cuidadosamente el metal extraterrestre que datan de hace 5.200 años. El puñal podría incluso no ser la única pieza del ajuar de Tutankamón con material resultado de la caída de un meteorito. Se ha propuesto que una rara gema amarillenta tallada como un escarabeo e incrustada en el collar del faraón es en realidad cristal formado al fundirse la arena por el calor producido al estrellarse un meteorito en el desierto.

30.3.16

Descubren jeroglíficos egipcios de 5000 años de antigüedad en Australia


Las inscripciones egipcias fueron descubiertas a principios de 1900 pero se mantuvo en secreto hasta que medio siglo más tarde, fueron redescubiertas accidentalmente por un hombre que buscaba a su perro perdido. 
Mohamed Ibrahim, Codirector del  Instituto Yousef Abd'el Hakim Awyan (que ha estudiado los antiguos jeroglíficos egipcios toda su vida), ha descifrado un conjunto de alrededor 300 jeroglíficos presuntamente egipcios, grabados en las paredes de roca cerca de Gosford, en la costa este de Australia.
En su opinión los jeroglíficos son reales. Los escribas utilizan con precisión varios antiguos jeroglíficos y variaciones gramaticales queno fueron documentados en textos jeroglíficos egipcios hasta 2012. Esta constatación refuta todas las teorías que hablaban de fraude. El estilo específico de los jeroglíficos utilizados también proporciona un marco temporal lingüístico que supone una presencia egipcia en Australia, al menos hace 2,500 años
Las tallas están en una hendidura de la roca, un gran bloque de piedra arenisca dividida en un acantilado en el cual se ha creado una pequeña brecha o “cámara” de las dos paredes de piedra plana una frente a la otra, que se ensancha hacia fuera de dos a cuatro metros y está cubierta por una enorme roca plana como un “techo” en el extremo estrecho.
Cuando uno se acerca por primera ves a la rampa de roca y se escala hacia el pasillo de piedra, se enfrentan de inmediato una serie de tallas desgastadas, que obviamente son antiguos símbolos egipcios. Estas ciertamente no son las tallas normales de animales aborígenes, pero algo claramente extraño dentro del típico arbusto australiano. Al final de la cámara, protegida por la sección restante del techo de piedra, hay una tercera talla de tamaño natural del antiguo dios egipcio Anubis, el Juez de los Muertos. 
El egiptólogo Ray Johnson, que había traducido textos muy antiguos para el Museo de Antigüedades en El Cairo,  tuvo éxito en la documentación y la traducción de las dos paredes enfrentadas de caracteres egipcios de la tercera dinastía. Al parecer, es la crónica de una saga trágica de antiguos náufragos exploradores, en una tierra extraña y hostil, y la prematura muerte de su líder de la realeza, “Señor Djes-eb”.
Un grupo de tres cartuchos (grupos de glifos enmarcados) registran el nombre de “RA-JEDEF” como el actual rey del Nilo Alto y Bajo, y el hijo de “Keops” que, a su vez, es el hijo del Rey ‘Snefru’. Esto fecha la expedición justo después del reinado de Khufu (Keops), presunto constructor de la Gran Pirámide. Señor Djes-eb puede haber sido en realidad uno de los hijos del faraón Ra Djedef, que reinó después de Keops. Dinastías egipcias. 

18.3.16

El Museu Egipci de Barcelona explora la figura de Osiris (publicado el 9-3-2016)

El mito de Osiris, indispensable para comprender la mitología egipcia, contiene celos, amor, venganza y magia
La exposición Osiris. Dios de Egipto. El ser que permanece perfectodedicada a uno de los dioses más importantes del panteón egipcio, se puede visitar en el Museu Egipci de Barcelona del 9 de marzo al 30 de junio de 2016. La muestra está formada por piezas originales de la colección de la Fundació Arqueològica Clos, creada en 1993 por iniciativa de Jordi Clos, hotelero y coleccionista barcelonés apasionado por el Antiguo Egipto. Incluye piezas inéditas como por ejemplo un sarcófago de madera pintada de época ptolemaica, del siglo III a.C., perteneciente a Unnefer, "el ser perfecto", precisamente uno de los nombres que recibió Osiris. El dios Osiris, Sokar-Osiris y Anubis son invocados por el faraón en este sarcófago para que le proporcionen al difunto todo lo necesario en el Más Allá: pan, leche, vino, aves de corral, tejidos, incienso...
El mito de Osiris es indispensable para comprender lamitología egipcia. Osiris fue un rey que gobernó en Egipto y que enseñó a sus súbditos los fundamentos económicos y sociales de la vida civilizada, por lo que fue considerado un monarca justo y generoso. Una versión del mito dice que su hermano Set, consumido por la envidia, lo asesinó lanzándolo al Nilo. También se cuenta que cortó su cuerpo en pedazos y los esparció por todo Egipto. Isis, su esposa, inició un periplo por el país con la ayuda de Neftis para reunir las diferentes partes de Osiris. Y las recuperó todas excepto el falo, que fue engullido por un pez de río. Así fue creada la primera momia egipcia y, con sus poderes divinos, Isis resucitó a su marido, que a partir de entonces gobernó en el país de los muertos, y concibió a Horus, que se convirtió en un excepcional guerrero que vengó la muerte de su padre y asumió el trono de Egipto. Este mito, que contiene celos, amor, venganza y magia, sirvió para instaurar la norma de los derechos de sucesión al trono egipcio y también para constatar un hecho clave: que para asegurar el paso al Más Allá hay que mantener la integridad del cuerpo, una exigencia que los antiguos resolvieron mediante el rito de la momificación.
El Museu Egipci de Barcelona explora la figura de Osiris, que permite entender algunos de los fundamentos de la civilización faraónica como el funcionamiento de la monarquía y el derecho de sucesión, el ciclo natural del río Nilo, pues Osiris simbolizaba su regeneración, y la creencia en la posibilidad de una vida más allá de la muerte. Esta es la primera de una larga serie de muestras concebidas por el Museu Egipci con el fin de tratar temas monográficos a partir de piezas y documentos de la Fundació Arqueològica Clos, en un espacio que ha sido especialmente diseñado. La nueva programación incluye exposiciones sobre la vida cotidiana, la relación entre Egipto y Roma y la momificación, entre otras cosas.

Hoy en El País: La tumba de Tutankamón tiene dos cámaras secretas que contienen metal y material orgánico


La tumba de Tutankamón tiene dos cámaras secretas que contienen metal y material orgánico

Egipto confirma la existencia de espacios desconocidos en la tumba del faraón

 

 El culebrón egiptológico de la tumba de Tutankamón evoluciona hacia sorpresas sensacionales. Aún hay que ser cautos y ver en qué queda pero ya parece totalmente garantizado (a no ser que se trate de un fraude o una metedura de pata mayúsculos) que en el sepulcro del joven faraón en el Valle de los Reyes existen espacios que desconocíamos en los que aguardan cosas. Qué tan maravillosas sean está por verse.

 

 Según los resultados del análisis no intrusivo con radar realizado por el experto japonés Hirokatsu Watanabu y presentado ayer por el Gobierno egipcio, existen dos espacios vacíos detrás de los muros norte y oeste de la cámara funeraria de la tumba, ocultos tras las pinturas. Detrás del muro norte, se ha detectado un hueco o nicho de hasta 1,5 metros de diámetro y 2 metros de profundidad, detectado con rayos infrarrojos, y el escaneado reveló también que en la misma pared existe un hueco, quizás una puerta de acceso a la cámara oculta, que fue cubierto con material más ligero que el resto de las paredes hechas de piedra maciza. El escaneado ha detectado materiales metálicos y orgánicos en esos espacios.
A partir de aquí todo es posible. Hay que recalcar que el solo hecho de la existencia de espacios ignotos en la tumba de Tutankamón resulta sensacional. El sepulcro hallado en 1922 por Carter es una de las estructuras más conocidas y representativas del patrimonio mundial y seguramente el lugar emblemático de la historia de la arqueología. Cualquier cambio en lo que se conoce de esa tumba —su planta, propósito o contenido— debe calificarse de extraordinario.
El ministro de Antigüedades egipcio Mamdouh Eldamaty, que presentó ayer los estudios, explicó que se realizarán más análisis con otros expertos internacionales. Solo entonces se discutirá la posibilidad de entrar en los espacios hallados, y por dónde. Oficialmente, Eldamaty no ha elevado su porcentaje de seguridad de que haya algo detrás de los muros: se mantiene en el 90 %. Pero extraoficialmente habla de cámaras, corredores y posible continuación de la tumba. Su precaución ahora, que resulta curiosa, puede obedecer tanto a un repentino escepticismo como al vértigo ante la tarea que le aguarda. En todo caso quedan muchos pasos que dar —y la prudencia es fundamental: no se puede agujerar la tumba como un gruyere— y esto puede durar mucho. Hay que armarse de paciencia.
 Una hipótesis plausible es que los espacios sean cámaras no acabadas de la tumba cuya construcción se habría detenido al morir inesperadamente, muy joven, Tutankamón. Eso explicaría que KV 62 (la denominación oficial) fuera tan pequeñita y estuviera tan abarrotada de objetos: no hubo tiempo de hacer un sepulcro adecuado. Las señales de materiales metálicos y orgánicos (si no son latas o algún perro muerto) podrían corresponder entonces a herramientas abandonadas y a algunos objetos ceremoniales (ofrendas, sustancias de momificación) desechados o sobrantes.
Es oportuno recordar la pequeña tumba KV 63 hallada en 2005 a escasos metros de la de Tutankamón por el equipo del recientemente fallecido Otto Schaden y que resultó ser un almacén o depósito de material relacionado con la momificación (incluidos ataúdes). Podría ser que los espacios desconocidos de la tumba de Tutankamón guardaran objetos semejantes.
Otra posibilidad es que sean verdaderas cámaras acabadas que hubieran quedado desvinculadas de la tumba por alguna razón, por ejemplo por estar destinados el sepulcro a otra persona (siempre vinculada con la realeza) y que se reaprovechara, en parte, para Tutankamón cuya tumba propia en realidad no sería esa. En ese sentido se ha apuntado que la Tumba de los Monos (WV 23) en el ramal occidental del Valle de los Reyes era la destinada a Tutankamón y la usurpó su sucesor Ay.
De ser así, de ser Tutankamón un dorado okupa en una tumba que no era la suya podríamos encontrar otro enterramiento en las cámaras ocultas. Que sea el de la reina Nefertiti, como propone muy osadamente Nicholas Reeves, es aventurarse demasiado. Aunque una vez empiezan a suceder cosas extraordinarias nada impide que la sorpresa se convierta en una gran sorpresa.
Volviendo atrás, si los espacios ocultos (que por una razón u otra se quiso que quedaran completamente escondidos) fueran cámaras adyacentes de la tumba de Tutankamón (como lo eran el Tesoro y el Anexo), quizá estuvieran destinados a guardar materiales muy especiales (aunque uno se pregunta qué hay más especial que la momia del propio faraón). Podríamos especular con que se tratara de objetos incómodos, relacionados con la herejía amarniana de la que había apostatado —al menos formalmente— Tutankamón. ¿Podrían estar ahí también los famosos papiros que Carter buscó sin hallarlos y que nos revelarían la historia de esa fascinante etapa del Egipto faraónico? Por soñar…
Hay que recordar que el Valle de los Reyes, como Egipto en general, es capaz de alumbrar las cosas más maravillosas y de propinar los desengaños más brutales. De lo primero da fe el hallazgo por Carter de la tumba de Tutankamón, o la excavación por Kent Weeks de la inmensa tumba colectiva de los hijos de Ramsés II (KV 5). De lo segundo, el fiasco de la excavación del túnel al final de la tumba de Seti I o la decepción de no encontrar momia alguna en KV 63, pese a que todo el mundo estaba convencido de que en sus ataúdes aparecería alguna princesa (ya entonces se especuló con Kiya, Ankesenamón o Meritatón). Aunque todo invita a tener grandes esperanzas, hay que recordar el chasco de Carter con la Tumba del Caballo: tras encontrarla con los sellos intactos y convocar para su apertura resultó que estaba vacía: los ladrones habían entrado por el techo.

Horóscopo de Denderah (El ojo de Horus cap7, 5ª parte)

Tombs and temples of the Pharoahs, 1920s de Travelfilmarchive

Egypt 1920s de travelfilmarchive

El cristianismo es un mito egipcio

Edfu (Templo de Horus)

Philae (Templo de Isis)

Kom Ombo

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