30.3.10
Los Ushebtis
29.3.10
Said ya nos lo contó: los constructores de las pirámides fueron obreros
Tradicionalmente se ha tenido la imagen de que las famosas pirámides egipcias fueron realizadas por miles de esclavos que, a base de latigazos, consiguieron elevar esas colosales tumbas. Sin embargo, lo cierto es que los constructores de las pirámides fueron obreros que, mejor o peor pagados, recibieron un salario, generalmente en especie, a cambio de su trabajo.
Al sudeste de la Gran Esfinge, se han encontrado restos de una enorme ciudad que fue habitada por los obreros que construyeron las pirámides de Guiza. Al parecer, la ciudad tuvo una población de unos 30.000 habitantes que vivían en tres zonas diferentes: la ciudad propiamente dicha, la necrópolis y, finalmente, la zona administrativa y de almacenes, que comprendía los edificios que contenían los archivos documentales, las oficinas de la administración real y los depósitos de los materiales y herramientas que necesitaban los obreros. En el cementerio se han descubierto restos de obreros, artesanos, capataces, jefes de obras y funcionarios superiores.
La administración real proporcionaba a los trabajadores todo lo necesario para su subsistencia: diferentes artículos, enseres, tejidos, alimentos y bebidas (cerveza, granos de cereales, aceite, cebollas, ajos…). Incluso tenían médicos que les arreglaban los huesos rotos y atendían cualquier enfermedad que pudieran padecer.
Estos obreros se organizaban en equipos de trabajo y cuadrillas. En concreto, en la pirámide de Mykerinos, los aproximadamente 2.000 trabajadores que la elevaron se dividieron en dos equipos de 1.000 hombres cada uno; éstos se repartieron en cinco grupos de 200 obreros y cada uno de estos grupos lo integraron 10 cuadrillas de 20 obreros.
Las cuadrillas solían tener nombres que las identificaban. Algunos de estos nombres han llegado hasta nosotros, descubriéndonos el sentido del humor que tenían estos antiguos egipcios: unos se hicieron llamar “la cuadrilla de los secuaces” y otros “Mykerinos está borracho”. Aunque, según Herodoto, Mykerinos fue un faraón bondadoso, la denominación de esta última cuadrilla ponía de manifiesto el poco respeto que inspiraba su rey y quizás también una protesta frente al poder. Como es lógico, unos esclavos no se habrían atrevido a desafiar al poder establecido de este modo.
Sin embargo, aunque no fuesen esclavos, su trabajo no dejaba de ser muy duro: trabajaban durante ocho días seguidos, descansaban en sus casas dos y fueron muy frecuentes las fracturas de huesos y los problemas de espalda.
La exposición con la colección de los tesoros de Tutankamón vuelve en abril a Nueva York
Por Agencia EFE – hace 5 días
Nueva York, 23 mar (EFE).- La colección con los tesoros encontrados en la tumba del rey Tutankamón volverán a Nueva York, por primera vez en 30 años, el próximo 23 de abril como parte de la exposición titulada "Tutankamón y la edad dorada de los faraones", informó hoy la organización Discovery Exhibits.
Las entradas para ese evento comenzaron a venderse hoy a través de la página web de la organización, que además llevó hasta el puerto de Nueva York una réplica del dios Annubis, de casi ocho metros de altura, que paseó en un barco frente a la estatua de la Libertad.
Será la primera ocasión desde 1979, cuando el museo Metropolitan de Nueva York realizó una muestra similar, en que los neoyorquinos puedan ver más de 130 objetos encontrados en la tumba del joven faraón y que Discovery ha definido "como excepcionales y extremadamente raros y bellos".
"Proporcionan una mirada interior a la vida diaria y a las prácticas funerarias de la 18 dinastía egipcia" (1555 A.C.-1305 A.C.), indicó Discovery, que también señaló que solo 50 de los objetos que se exhibirán en Nueva York estaban incluidos en la muestra del Metropolitan de 1979.
A ellos se han añadido otros 80 objetos encontrados en tumbas pertenecientes a familiares de Tutankamón, dijo la organización, que así ha decidido que Nueva York sea la última etapa de una exposición itinerante que ha estado también en San Francisco y que se cerrará en esta ciudad el próximo 2 de enero.
Todos los objetos de la muestra tienen una antigüedad que los expertos sitúan entre 3.300 y 3.500 años, y entre ellos está la diadema real en oro que se encontró rodeando la cabeza de la momia del faraón, al igual que las vasijas que contenían sus órganos momificados.
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