El Museo Egipcio de El Cairo, que guarda entre sus muros la mayor colección de arte faraónico del mundo, ha reabierto sus puertas tres semanas después de sufrir la furia de los saqueadores. El asalto se produjo el 28 de enero, cuando varios ladrones accedieron al recinto y dañaron unas 70 piezas arqueológicas.
El tesoro faraónico, compuesto por más de 120000 restos, se exhibe en un edificio rosado situado cerca de la plaza de Tahrir, epicentro de los 18 días de protestas que derrocaron a Hosni Mubarak.
Desde 1835 es una suerte de camposanto para decenas de momias y sus reliquias. Siempre fue un museo atípico. En los tiempos calmados, que se esfumaron el pasado 25 de enero, el caos ya reinaba en las vitrinas de un museo con apariencia de almacén. Todo estaba permitido: objetos agolpados como si la dirección del centro tuviera terror al vacío y rótulos escritos a máquina o a mano en árabe, inglés o francés, pero nunca en los tres al unísono.
La revolución, que acabó con un régimen de 30 años en tres semanas, tampoco permitió el descanso de los faraones. El pasado domingo el Ministerio de Estado para Antigüedades alertó de que, al menos, ocho piezas habían sido robadas. Sin embargo, la estatua de Ajenatón fue recuperada en un cubo de la basura en Tahrir. Y otras tres obras fueron halladas en las proximidades.
Vuelven los turistas
"El museo egipcio está completo. No han robado más que 4 piezas y nada está roto", dijo Amin Abusid, un guía turístico de 52 años que ha vuelto a merodear por la entrada del centro en busca de turistas. Calcula que ha perdido 3000 libras (unos 370 euros) desde que se iniciaron las protestas. Según la dirección del Museo Egipcio, 500 personas visitaron el museo el día de su reapertura, en su mayoría egipcios. Como Fathy Mahmud, 19 años, que junto a otros dos amigos, volvió a deambular por las salas de este caótico almacén. Los primeros turistas extranjeros procedían de Países Bajos, Japón, Alemania e Italia.
La policía turística, que desapareció el 28 de enero tras una jornada de brutal violencia, volvió para velar por la seguridad en los accesos al museo. Todos los monumentos y centros museísticos del país abrieron sus puertas, con poca afluencia de turistas. Solo hubo pequeños grupos de 20 a 50 extranjeros, precisó el Ministerio en un comunicado.
Las majestuosas pirámides de Giza, reabiertas la semana pasada, fueron visitadas por una media diaria de 800 personas, según el inspector del monumento, Ali El Asfar. Un grupo de jóvenes organizaron una manifestación para pedir el regreso de los turistas.
En Luxor, 670 kilómetros al sur de la capital, 93 turistas descubrieron la sorprendente arquitectura del templo de Karnak. Además, reabrieron los museos de arte copto e islámico de El Cairo, el de la momificación y el centro de arte faraónico de Luxor y el dedicado a la cultura Nubia en Asuán. El turismo, que representa el 6% del PIB del país, ha sido uno de los sectores más afectados por las protestas. El Gobierno egipcio cifró las pérdidas el 14 de febrero en 6.200 millones de dólares.
El pasado viernes, jornada elegida para celebrar 'la victoria' y honrar a los mártires, los manifestantes pidieron el regreso de los turistas con pancartas como "Apoya la libertad. Visita Egipto" o "Ven a la tierra de la paz".
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/02/20/internacional/1298225817.html
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