La Gran Esfinge de Gizeh . Un símbolo inmortal del Antiguo Egipto
Historia National Geographic
La Gran Esfinge de Gizeh, un ser híbrido con cabeza de rey y cuerpo de león, es un símbolo inmortal del Antiguo Egipto. La estatua ha pasado más de 4.500 años a la intemperie, pero sigue conservando su magnificencia. Con el semblante impasible ha resistido al sol implacable, a tormentas de arena, lluvias torrenciales y a la capacidad devastadora del ser humano. Dicen que su nariz fue mutilada por unos iconoclastas o por un cañonazo de las tropas napoleónicas o británicas. El Museo Británico expone un fragmento de su barba postiza que probablemente fue añadido en una época posterior. Esta excelente imagen fue tomada el pasado mes de noviembre, durante los últimos trabajos previos a la reapertura del patio circundante, que permite el tránsito de turistas alrededor de la esfinge. Entre sus patas extendidas se percibe claramente la «Estela del Sueño», erigida por Tutmosis IV para rememorar un sueño visionario que tuvo mientras se quedó dormido a la sombra de la esfinge: ésta le prometió el trono de Egipto si retiraba la arena que cubría su cuerpo.
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