Egipto encuentra una ciudad perdida bajo la arena
La ciudad perdida de Luxor, hallada bajo la arena
abr. 9, 2021
Una misión arqueológica de Egipto anunció ayer el descubrimiento de la que consideran la mayor ciudad antigua hallada nunca en el país, y que ha permanecido oculta bajo las arenas de Luxor, en el sur, desde hace 3.000 años. La urbe, llamada aparentemente El Ascenso de Atón, fue fundada por el faraón Amenhotep III, el noveno rey de la dinastía XVIII, que gobernó Egipto desde el 1391 hasta el 1353 antes de Cristo, y era el mayor asentamiento administrativo e industrial de la época en la zona, según ha explicado Zahi Hawass, el arqueólogo más famoso de Egipto y jefe de la misión, en un comunicado. El lugar, que también se ha dado a conocer como la Ciudad Dorada Perdida, continuó en funcionamiento durante los reinados de Tutankamón y Ay. “Es el descubrimiento más importante tras la tumba de Tutankamón”, aseguró Hawass a EL PAÍS.
La zona en la que se ha hallado la ciudad faraónica yace entre el templo de Amenhotep III en Memnon, al oeste de la ciudad moderna de Luxor, y el templo de Ramses III en Medinet Habu, otra localidad arqueológica situada en la orilla del Nilo frente a Luxor. La misión egipcia comenzó a trabajar en este punto en busca del templo mortuorio de Tutankamón. “Muchas misiones extranjeras buscaron esta ciudad y nunca la encontraron”, señala Hawass en su comunicado.
Cementerio y datación
Los trabajos de excavación arrancaron en septiembre de 2020, y en pocas semanas la misión comenzó a desenterrar ya formaciones de ladrillos de barro que pertenecían a la antigua ciudad, que se mantienen en buen estado de conservación e incluye murallas casi completas. El equipo de Hawass también ha podido identificar algunas de las construcciones de la ciudad. Así, en la parte sur se ha encontrado una panadería y un área de preparación de comida con hornos y cerámica de almacenamiento que, por su tamaño, consideran que abastecía “a un gran número de trabajadores”. Otra parte, todavía a medio descubrir, se corresponde al distrito administrativo y residencial. En una tercera zona se ha desenterrado un taller que cuenta con una parte destinada a la producción de ladrillos de barro usados para construir templos, y otra de moldes de fundición para producir amuletos y elementos decorativos. En el norte, se ha dado con un cementerio de extensión todavía por determinar en el que se han encontrado varias tumbas de características similares a la del Valle de los Reyes y el Valle de los Nobles.
Para conseguir datar el asentamiento, un objetivo que figuraba entre los primeros de la misión, el equipo dirigido por Hawass se ha basado en varios objetos. Uno de ellos han sido las inscripciones jeroglíficas de las tapas de arcilla de recipientes de vino, con referencias históricas que apuntan que el asentamiento consistía de tres palacios reales de Amenhotep III.
El elemento más intrigante del descubrimiento, sin embargo, es probablemente un sello de barro en cuyas inscripciones se puede leer “gm pa Aton”, que puede traducirse, según el comunicado de Hawass, como “el dominio del deslumbrante Atón”, que es precisamente el nombre de un templo construido por el faraón Akenatón —sucesor de Amenhotep III— en Karnak, la actual Luxor. La historia dice que un año después de aquella vasija la ciudad se abandonó, un apunte que abre numerosos interrogantes, como si sucedió realmente así, por qué y si se repobló más tarde, cuando Tutankamón regresó a la zona. “Solo nuevas excavaciones revelarán lo que realmente ocurrió hace 3.500 años”, concluye el comunicado.
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