BUSTO DE LA REINA NEFERTITI (circa 1345 a. C.) en el Neues Museum de Berlín. Una de las más bellas y perfectas esculturas del mundo antiguo.
La Reina fue esposa del faraón egipcio Akenatón, el monarca hereje que instauró el culto monoteísta al dios Atón por un breve tiempo, el de su reinado, y trasladó temporalmente la sede de la capital de Tebas a Amarna. El busto, realizado por el escultor Tumose, fue encontrado en 1912 entre los restos de su taller por el arqueólogo alemán Ludwig Borchardt; apareció milagrosamente casi intacto, apenas con unos leves desperfectos en las orejas y la falta de uno de sus ojos de cuarzo. La obra está realizada en piedra caliza, luego estucada y pintada; la pintura que la decora es la original… Perdura la controversia de si la escultura salió de Egipto gracias a la estratagema de Borchardt que utilizó una mala fotografía de la pieza en el reparto de los hallazgos para desmerecer la excepcionalidad de esta pieza. En todo caso, las autoridades egipcias la han reclamado prácticamente desde su exhibición pública en los años veinte del pasado siglo.
El busto de Nefertiti ha estado expuesto durante más de un siglo en diferentes museos en la capital y en otras sedes temporales en Alemania. Se salvó de la destrucción de Berlín por los bombardeos aliados y el asedio de las tropas rusas en una antigua mina de sal junto a otros centenares de obras singulares. Afortunadamente, el lote de obras sobrevivientes que permaneció en el Berlín Occidental incluyó a Nefertiti; yo la vi precisamente un par de veces en el Museo de antigüedades egipcias en Charlottenburg. Desde 2009 puede admirarse en el Neues Museum berlinés, en la renovada isla de los museos, museo que fue totalmente reconstruido tras décadas de abandono y ruina por el arquitecto David Chipperfield, reciente Premio Pritzker de arquitectura.
Como muestra de mi afecto especial por este busto de Nefertiti, comparto un fragmento de mi tercera novela (inédita) cuyas últimas jornadas suceden en Berlín. Andrés, su protagonista, relata lo que hace en la ciudad y su visita “de cortesía” a la Reina:
“Ocuparé la mañana visitando la Isla de los Museos, peregrinando al Neues Museum para admirar una vez más el busto de la Reina Nefertiti, en mi opinión, el más bello retrato esculpido de la más bella mujer que ha existido en el planeta. Además, creo que fue una mujer muy inteligente y de elevada espiritualidad, lo que la haría irresistible; no hay nada más fascinante en una mujer que la triple alianza entre belleza, inteligencia y sensible espiritualidad. Lamento no haber encontrado una mujer así en mi camino sentimental; las que he conocido poseían más de uno que de los demás atributos que he idealizado. Posiblemente Margot ha sido la más equilibrada, la que mejor conjuntaba tales virtudes, pero me ha arruinado la vida, por decir algo suave, y la maldigo por sus blasfemias, su brutal parricidio a santo de qué. Todavía no me explico su rabia y su radical decisión”…
Pablo J. Rico
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