Los antiguos sacerdotes egipcios, los "observadores de las horas", pasaban las noches en los tejados de los templos contemplando el firmamento. Tan minuciosa observación les llevó a inventar el calendario para regir sus numerosos festivales religiosos en honor a los dioses y también para controlar la crecida del río Nilo, básica para regular las estaciones y la vida cotidiana en el país. Podéis leer este interesante reportaje en HNG112
Imagen: página doble con una reconstrucción y comentario del magnífico cielo astronómico de la tumba de Senenmut, aquitecto y visir de la reina Hatshepsut
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