31.12.22
28.12.22
21.12.22
13.12.22
11.12.22
8.12.22
De Egiptología _Arqueologia
Cleopatra ascendió al trono a los 17 años y murió a los 39. Hablaba 9 idiomas. Conocía el lenguaje del Antiguo Egipto y había aprendido a leer jeroglíficos, un caso único en su dinastía. Aparte de esto, conocía el griego y los idiomas de los partos, hebreos, medos, trogloditas, sirios, etíopes y árabes.
Con estos conocimientos, cualquier libro del mundo se encontraba abierto para ella. Además de idiomas, estudió geografía, historia, astronomía, diplomacia internacional, matemáticas, alquimia, medicina, zoología, economía y otras disciplinas. Intentó acceder a todo el saber de su época.
Cleopatra pasaba mucho tiempo en una especie de antiguo laboratorio. Escribió algunas obras relacionadas con hierbas y cosméticos. Desgraciadamente, todos sus libros quedaron destruidos en el incendio de la gran Biblioteca de Alejandría del año 391 d. C. El famoso físico Galeno estudió su obra, y fue capaz de transcribir algunas de las recetas ideadas por Cleopatra.
Uno de estos remedios, que Galeno también recomendó a sus pacientes, era una crema especial que podía ayudar a los hombres calvos a recuperar su pelo. Los libros de Cleopatra también incluían trucos de belleza, pero ninguno de ellos ha llegado hasta nosotros.
La reina de Egipto estaba asimismo interesada en la curación mediante las hierbas, y gracias a sus conocimientos de idiomas tenía acceso a numerosos papiros que se encuentran perdidos a día de hoy. Su influencia en las ciencias y la medicina era bien conocida en los primeros siglos del cristianismo. Sin duda, una figura única en la Historia de la Humanidad.
7.12.22
De Egiptología - Arqueologia
El sarcófago de Tutankamón estaba hecho de oro puro.. El grado de pureza del oro utilizado no fue alcanzado por la ciencia hasta principios del siglo XX.. Un bloque de oro puro de unos 110 kg. No hay ni un solo trozo de oro como su peso en el suelo... Este enclavamiento es muy preciso y tiene incrustaciones de turquesa, ágata y todas las piedras preciosas que no hay igual en el planeta... Ninguno de estos miles de pequeños pedazos de piedras preciosas cayó, a pesar de permaneciendo bajo tierra en un desierto muy caliente durante unos 3500 años... Tal esplendor, precisión fantástica y belleza El milagro no se ha repetido en todas las civilizaciones humanas... No se puede hacer como ahora, no importa cuánto usen los últimos equipo.
1.12.22
28.11.22
Momias a dos velas: la excavación estrella de la egiptología española afronta una crítica falta de fondos en su momento más decisivo
El proyecto español en Luxor se queda sin fondos
El País nov. 28, 2022
Las momias se han quedado a dos velas: el Proyecto Djehuty, la excavación estrella de la egiptología española y que tiene previsto realizar este invierno (de enero a finales de febrero) su campaña anual número 22, afronta una crítica falta de fondos en un momento decisivo. Durante esta temporada, concretamente el día 9 de febrero de 2023, se prevé un hecho culminante del proyecto: la entrega a las autoridades egipcias, para que las abra al público, de las dos tumbas que la misión que dirige el egiptólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) José Manuel Galán ha excavado, documentado y restaurado en la necrópolis de Dra Abu el Naga (Luxor) durante más de dos décadas.
La excavación, inspiradoramente cerca de la casa de Howard Carter y del Valle de los Reyes, donde se celebran este año los distintos hitos del centenario del descubrimiento de la tumba de Tutankamón (el sábado se cumplió el aniversario de la entrada en la sepultura y del primer atisbo de sus “cosas maravillosas”), ha arrojado grandes hallazgos, entre ellos numerosas momias humanas, como la icónica Dama Blanca, y de animales (incluidas de halcones, monos, musarañas y serpientes), la última la de un perro de 3.600 años con bozal y correa. El proyecto ha tenido que recurrir por tercera vez al crowdfunding ante lo magro de las subvenciones y la caída del patrocinio privado.
“Es un momento que tendría que ser de alegría y orgullo, pues vamos a dar a Egipto para su apertura a las visitas turísticas las tumbas de Djehuty y de Hery y todos sus elementos externos [caminos de acceso, capillas, jardín] después de años de esfuerzo”, explica Galán. “Pero estamos en una situación económica límite que nos asfixia. El principal escollo ahora es la financiación, lo que nos ha obligado de nuevo, como en las campañas 17 y 19, a lanzar una campaña de micromecenazgo en Kickstarter para sobrevivir”.
El proyecto, que posee varios premios a su excelencia científica, dispuso en años anteriores de un importante mecenazgo de empresas como Telefónica Móviles, Fundación Caja Madrid o Unión Fenosa Gas, pero desde que esta última dejó de financiarlo en 2015 no ha tenido un gran patrocinador, y conseguir recursos para seguir excavando se ha convertido en un viacrucis para Galán.
En la actualidad cuentan con Técnicas Reunidas, Leica y la Fundación Palarq, además de las subvenciones públicas de los ministerios de Cultura y Ciencia. “Pero se trata de un proyecto en el exterior, con billetes de avión, estancias, un equipo de 30 personas, la contratación de cien trabajadores egipcios cada campaña… Es un proyecto con un coste alto, y, pese a que ajustamos al máximo el presupuesto, ahora no llegamos”, cuenta su responsable.
Galán, que destaca otras misiones españolas como la veterana de Heracleópolis Magna (que está ofreciendo interesantes novedades) o la de investigación y restauración del templo funerario de Tutmosis III que dirige Myriam Seco en la misma necrópolis tebana, deplora que “España quiere jugar en la primera división de las misiones arqueológicas, pero con un presupuesto de cuarta”. Lamenta también la burocracia del sistema que hace muy complicada la gestión de los fondos de ayuda. Cuantifica que la campaña propiamente dicha cuesta, tirando por lo bajo, unos 90.000 euros. El objetivo con el micromecenazgo es lograr 25.000 euros. “Con esa cantidad empezaríamos a respirar, pero hemos tenido que recortar de todo, e iremos menos gente y menos tiempo de lo que solíamos”.
De la caída de patrocinio, considera que Egipto parece haber perdido gancho para las empresas y fundaciones, paradójicamente cuando el interés social por la civilización faraónica es hoy “desbordante” y más alto que nunca.
El egiptólogo recalca: “El Proyecto Djehuty es excepcional y lo siguen egiptólogos de todo el mundo y mucha gente corriente está pendiente de nuestro diario de campaña online. Tenemos una suerte enorme en las excavaciones. Todos los años logramos hallazgos relevantes”. Entre los más recientes, en la última campaña, el boceto de un rostro que dibujó un artista en un trozo de caliza (un ostracon) antes de acometer la pintura definitiva en la tumba: es posible que se trate de un retrato del mismísimo Djehuty. Es el proyecto, insiste Galán, “una iniciativa que crece científicamente cada día, con posibilidades enormes, momias, arqueozoología, paleobotánica…”. El Museo de Luxor, donde ya han contado con un espacio de exhibición, va a acoger una nueva muestra de sus hallazgos.
Tesorero real
El Proyecto Djehuty, del que este año se ha realizado un tercer documental para TVE, Historia de una necrópolis, arrancó en 2001 tras prospectar el egiptólogo madrileño distintas posibilidades en Luxor. Finalmente, logró la concesión para investigar la tumba del noble Djehuty, un alto funcionario de comienzos de la dinastía XVIII (hace 3.500 años) que sirvió a las órdenes de la reina Hatshepsut. Djehuty fue, y esto es paradójico vistas las necesidades económicas de quienes excavan su tumba, tesorero real. Su sepultura, TT11 (tumba tebana número 11), conecta con otra, la del noble Hery (TT12), que vivió unos cincuenta años antes e hizo su carrera bajo otra reina famosa, Ahhotep, y que también se han encargado de excavar y estudiar Galán y su equipo. El proyecto se ha ido ampliando al aparecer otras sepulturas conectadas y numerosas tumbas de pozo en los patios de las tumbas de los dos funcionarios y revelarse el área de una riqueza arqueológica extraordinaria.
Una de las peculiaridades de las tumbas que se van a abrir al público es que se han instalado paneles solares (convenientemente disimulados) para iluminarlas. Es la primera vez que se usa este sistema, del que, bromea Galán, el dios Ra estaría muy satisfecho.
26.11.22
24.11.22
23.11.22
Entra en la Gran Pirámide de Khufu | Giza Project
Entra en la Gran Pirámide de Khufu
Por primera vez, recorre desde tu casa la totalidad de las cámaras interioresde la pirámide de Khufu
22.11.22
19.11.22
18.11.22
12.11.22
De Historia National Geographic: Tutankamón, un faraón guerrero listo para el combate
Foto: The Granger Collection / Cordon Press
La imagen de Tutankamón es la de una persona endeble y de salud quebradiza, incompatible con la de un guerrero preparado para comandar a sus ejércitos en el campo de batalla, pero los análisis de su coraza muestran que esta fue utilizada por el faraón, si no en combate como parte de su entrenamiento militar.
LA CORAZA DE UN GUERRERO
Que Tutankamón era un joven de complexión delgada, sufría cojera y murió antes de los 20 años se sabía desde los primeros análisis de su momia. Esta imagen se vio corroborada por un TAC al que se sometió a la momia en 2005, que reveló que Tutankamón era zambo del pie izquierdo y caminaba apoyándose con el exterior. Además faltaba una falange del dedo índice de la misma extremidad, lo que concuerda con la meticulosa reconstrucción de sus sandalias a partir de los fragmentos hallados en la tumba, que contaban una tira añadida para que no se le escaparan del pie al caminar.
UNA PIEZA DELICADA
La revelación se produjo durante el rodaje de un documental sobre los magníficos tesoros de Tutankamón. Más de 5.000 objetos que han permanecido durante décadas almacenados en cajas en los depósitos del Museo Egipcio del Cairo y que ahora, con su traslado al nuevo Gran Museo Egipcio han sido sometidos a exhaustivos estudios y restauraciones.
Los realizadores del documental contactaron con Skinner porque era una de las pocas personas que habían podido examinar los frágiles restos de la coraza, de más de 3.000 años de antigüedad. La pieza sufrió grandes daños, probablemente al ser retirada de su caja original en los años 20 del siglo XX, durante la excavación de Howard Carter.
Todavía sigue siendo un misterio cómo se elaboraron las escamas de cuero solapadas de la coraza: "Los antiguos métodos usados para hacer este tipo de cuero realmente no se han comprendido del todo, para conocerlos, primero hay que comprender muchos procesos científicos complicados", según la investigadora.
¿EL TESORO DE TUTANKAMÓN?
Lo que parece seguro es que fue una pieza que realmente perteneció al faraón, cosa que no puede decirse de todos los objetos hallados en su tumba. La inesperada muerte de Tutankamón, antes de la veintena, cogió desprevenidos a sus súbditos y hubo que improvisar una sepultura a la altura de su cargo. Para ello se reciclaron objetos destinados a otros personajes de su familia para completar su ajuar funerario.
Gran parte del ajuar funerario de Tutankamón no pertenecía al faraón, fue reciclado de otras tumbas para completar el ajuar real ante la inesperada muerte del soberano.
En varias de las piezas del ajuar todavía puede observarse el rastro de nombres borrados sobre el que se escribió el del faraón-niño, entre ellos objetos tan importantes como uno de los ataúdes antropomorfos (el segundo), el cofre para los vasos canopos o la mismísima máscara funeraria, que parece ser podrían haber pertenecido a su hermana Meritatón, posible antecesora en el trono. Uno más de los grandes misterios en torno al faraón más estudiado de la historia.
MISTERIOS Y CURIOSIDADES DEL ANTIGUO EGIPTO
el significado de las pinturas de la tumba de tutankamón
Cuando el arqueólogo Howard Carter, tras desmontar las capillas doradas que ocultaban el sarcófago del faraón niño, pudo contemplar la decoración de su cámara funeraria, ante sus ojos aparecieron coloridas imágenes de los rituales funerarios realizados en honor del soberano y a este disfrutando de la eternidad junto a los dioses.
Vista de la decoración completa del muro norte de cámara funeraria de la tumba de Tutankamón en el Valle de los Reyes.
Redactora
Actualizado a ·Lectura:6 min
cuando en 1925, Howard Carter desmontó las capillas doradas que abarcaban la casi totalidad del espacio de la cámara funeraria en la tumba de Tutankamón, descubrió que los muros de la estancia más sagrada de la sepultura, el lugar de descanso eterno del faraón, eran los únicos de todo el sepulcro que estaban pintados. Esto marcaba una diferencia respecto a la mayoría de tumbas del Valle de los Reyes, bastante más grandes y lujosas (la tumba de Tutankamón era, de hecho, muy pequeña), y que mostraban un programa iconográfico que cubría casi toda la superficie mural con pinturas que representaban escenas de textos sagrados como el Libro de los muertos, el Libro del Amdudat, o los libros de Las puertas y Las cavernas.
Al igual que en las tumbas de sus antecesores y predecesores, las escenas que decoran la cámara funeraria de Tutankamón también representan pasajes del Libro del Amduat y, aunque en el momentoel momento de su descubrimiento estaban cubiertas de hongos, tal como describe el propio Carter en su libro sobre el sensacional hallazgo ("La superficie de los muros está recubierta por pequeños grupos de hongos, cuyos gérmenes originarios fueron posiblemente introducidos por el yeso o la pintura, nutriéndose de la humedad que transpiraba el yeso después de que se sellara la cámara"), la minuciosa restauración a la que han sido sometidas a lo largo de los últimos años por parte del Getty Conservation Institute en colaboración con las autoridades egipcias, y que culminó en el año 2019, les ha devuelto su pasado esplendor.
Howard Carter y Arthur Mace derriban el muro que separa el Anexo de la cámara funeraria en la tumba de Tutankamón.
¿UNA HERENCIA DEL ARTE DE AMARNA?
Y es que, en efecto, los antiguos artesanos egipcios recubrieron los muros de la cámara con una fina capa de mortero sobre la cual, una vez seca, plasmaron las escenas en un fondo pintado de amarillo que recuerda el color del oro, el material del que estaba hecha la carne de los dioses. En cuanto a la decoración en sí, antes que nada es interesante advertir que la proporción de las figuras que allí se plasmaron (dibujadas en una cuadrícula de 20 cuadrados) no es la misma que se utilizó en otras tumbas del Reino Nuevo (que fueron dibujadas en una cuadrícula de 18 cuadrados), algo que, según los expertos, muy posiblemente era una convención artística heredada del período de Amarna, cuando bajo el reinado de Akhenatón (el padre de Tutankamón), el arte egipcio experimentó un cambio radical. Eso hace que las figuras representadas en los muros de la cámara funeraria de Tutankamón se vean con las piernas más cortas y un aspecto "blando".
La proporción de las figuras no es la misma que se utilizó en otras tumbas, sino que muy posiblemente era una convención artística heredada del período de Amarna.
Y ¿cómo se leen estas escenas? Pues la secuencia de lectura es de derecha a izquierda. Así, se empieza por el muro este, donde se representa el viaje del monarca difunto al más allá. En la escena aparecen una docena de nobles, posiblemente altos dignatarios de la corte tebana, que arrastran un trineo sobre el cual se ha dispuesto un santuario en forma de barca, en cuyo interior yace la momia real, preparada para disfrutar de la eternidad. Sobre la escena se puede leer la siguiente inscripción: "Los cortesanos de la Casa Real en procesión con el rey Osiris Tutankamón hacia el Oeste. Dicen: ¡Oh, rey, ven en paz! ¡Oh, dios, protector de la tierra!".
Detalle de las pinturas del muro norte. Ay, sucesor de Tutankamón, lleva a cabo la ceremonia de la Apertura de la boca sobre la momia del faraón.
Foto: Cordon Press
A continuación vienen las escenas que decoran el muro norte. En la primera, Ay, visir y sucesor de Tutankamón, lleva la corona azul jeperesh (un tocado con el que los faraones han sido a menudo representados, tanto en batallas como en ceremonias) y viste la piel de leopardo que lo identifica como sacerdote sem (sacerdote funerario). Ay se dispone a llevar a cabo un antiguo ritual funerario sobre la momia del rey (representado como si fuera el dios del inframundo Osiris), conocido como ceremonia de la Apertura de la Boca. Ay, con una azuela en la mano, tocará las distintas partes del cuerpo del faraón difunto para devolverle los sentidos que tenía en vida; así podrá disponer de ellos en el más allá. Detrás, la diosa Nut, divinidad del cielo nocturno, lleva a cabo libaciones de agua pura en un gesto conocido como ny-ny. La diosa da la bienvenida a Tutankamón que sostiene un bastón, una maza y el símbolo ankh (vida). Al final de la escena, el monarca, sujetado por su ka (uno de los cinco componentes del espíritu humano), abraza al dios Osiris, señor de Occidente.
Detalle de la decoración mural del muro norte. En ella Tutankamón, sujetado por su ka, abraza al dios Osiris.
Foto: Cordon Press
Y es que, en efecto, los antiguos artesanos egipcios recubrieron los muros de la cámara con una fina capa de mortero sobre la cual, una vez seca, plasmaron las escenas en un fondo pintado de amarillo que recuerda el color del oro, el material del que estaba hecha la carne de los dioses. En cuanto a la decoración en sí, antes que nada es interesante advertir que la proporción de las figuras que allí se plasmaron (dibujadas en una cuadrícula de 20 cuadrados) no es la misma que se utilizó en otras tumbas del Reino Nuevo (que fueron dibujadas en una cuadrícula de 18 cuadrados), algo que, según los expertos, muy posiblemente era una convención artística heredada del período de Amarna, cuando bajo el reinado de Akhenatón (el padre de Tutankamón), el arte egipcio experimentó un cambio radical. Eso hace que las figuras representadas en los muros de la cámara funeraria de Tutankamón se vean con las piernas más cortas y un aspecto "blando".
La proporción de las figuras no es la misma que se utilizó en otras tumbas, sino que muy posiblemente era una convención artística heredada del período de Amarna.
Y ¿cómo se leen estas escenas? Pues la secuencia de lectura es de derecha a izquierda. Así, se empieza por el muro este, donde se representa el viaje del monarca difunto al más allá. En la escena aparecen una docena de nobles, posiblemente altos dignatarios de la corte tebana, que arrastran un trineo sobre el cual se ha dispuesto un santuario en forma de barca, en cuyo interior yace la momia real, preparada para disfrutar de la eternidad. Sobre la escena se puede leer la siguiente inscripción: "Los cortesanos de la Casa Real en procesión con el rey Osiris Tutankamón hacia el Oeste. Dicen: ¡Oh, rey, ven en paz! ¡Oh, dios, protector de la tierra!".
Detalle de las pinturas del muro norte. Ay, sucesor de Tutankamón, lleva a cabo la ceremonia de la Apertura de la boca sobre la momia del faraón.
A continuación vienen las escenas que decoran el muro norte. En la primera, Ay, visir y sucesor de Tutankamón, lleva la corona azul jeperesh (un tocado con el que los faraones han sido a menudo representados, tanto en batallas como en ceremonias) y viste la piel de leopardo que lo identifica como sacerdote sem (sacerdote funerario). Ay se dispone a llevar a cabo un antiguo ritual funerario sobre la momia del rey (representado como si fuera el dios del inframundo Osiris), conocido como ceremonia de la Apertura de la Boca. Ay, con una azuela en la mano, tocará las distintas partes del cuerpo del faraón difunto para devolverle los sentidos que tenía en vida; así podrá disponer de ellos en el más allá. Detrás, la diosa Nut, divinidad del cielo nocturno, lleva a cabo libaciones de agua pura en un gesto conocido como ny-ny. La diosa da la bienvenida a Tutankamón que sostiene un bastón, una maza y el símbolo ankh (vida). Al final de la escena, el monarca, sujetado por su ka (uno de los cinco componentes del espíritu humano), abraza al dios Osiris, señor de Occidente.
Detalle de la decoración mural del muro norte. En ella Tutankamón, sujetado por su ka, abraza al dios Osiris.
EL PELIGROSO VIAJE NOCTURNO DEL SOL
Las escenas continúan en la pared oeste, donde se recrea la primera de las doce horas de la noche, tal como se describe en el Libro del Amduat. Arriba, a la izquierda, aparece sobre la barca solar el dios Re en forma de escarabajo, como Khepri, el Sol del amanecer. Al lado, dos figuras divinas, cada una identificada con un "Osiris", alaban al dios elevando los brazos. Tres dioses y dos diosas del inframundo caminan ante la barca. El resto de la pared se decora con una cuadrícula compuesta por doce rectángulos, dentro de cada uno de los cuales hay un babuino sentado. Todos ellos representan a las doce horas de la noche a través de las cuales el Sol realiza su peligroso periplo nocturno, durante el cual debe hacer frente a poderosos enemigos como la serpiente Apofis. También a través de estas horas, el soberano difunto debe viajar para alcanzar la eternidad.
Parte de la pared oeste se decora con una cuadrícula compuesta por doce rectángulos, dentro de cada uno de los cuales hay un babuino. Representan a las doce horas de la noche.
Panorámica de la cámara funeraria de la tumba de Tutankamón. Al fondo, el muro oeste, donde se representan las doce horas de la noche.
Foto: Cordon PressPor último, nos encontramos ante la pared sur, que resultó parcialmente dañada cuando Carter echó abajo el muro que separaba el Anexo de la cámara funeraria. Pero los restos que se conservan muestran a Tutankamón recibiendo la vida de la diosa Hathor, mientras el dios Anubis, con cabeza de cánido, posa amorosamente su mano sobre el hombro del faraón. Detrás de Anubis, la diosa Isis, esposa de Osiris, hace el gesto ny-ny, y tras ella aparecen en cuclillas tres dioses del inframundo. Pero hay una cosa curiosa en las figuras representadas en este muro. No están pintadas siguiendo las mismas proporciones que las del resto de la cámara funeraria. Fueron dibujadas más cerca de la tradicional cuadrícula de 18 cuadrados característica del arte egipcio tradicional en lugar de la de 20 típica del arte de Amarna. ¿Un indicio del cambio de mentalidad que representó el reinado de Tutankamón respecto al período anterior?
Las escenas continúan en la pared oeste, donde se recrea la primera de las doce horas de la noche, tal como se describe en el Libro del Amduat. Arriba, a la izquierda, aparece sobre la barca solar el dios Re en forma de escarabajo, como Khepri, el Sol del amanecer. Al lado, dos figuras divinas, cada una identificada con un "Osiris", alaban al dios elevando los brazos. Tres dioses y dos diosas del inframundo caminan ante la barca. El resto de la pared se decora con una cuadrícula compuesta por doce rectángulos, dentro de cada uno de los cuales hay un babuino sentado. Todos ellos representan a las doce horas de la noche a través de las cuales el Sol realiza su peligroso periplo nocturno, durante el cual debe hacer frente a poderosos enemigos como la serpiente Apofis. También a través de estas horas, el soberano difunto debe viajar para alcanzar la eternidad.
Parte de la pared oeste se decora con una cuadrícula compuesta por doce rectángulos, dentro de cada uno de los cuales hay un babuino. Representan a las doce horas de la noche.
Panorámica de la cámara funeraria de la tumba de Tutankamón. Al fondo, el muro oeste, donde se representan las doce horas de la noche.
Por último, nos encontramos ante la pared sur, que resultó parcialmente dañada cuando Carter echó abajo el muro que separaba el Anexo de la cámara funeraria. Pero los restos que se conservan muestran a Tutankamón recibiendo la vida de la diosa Hathor, mientras el dios Anubis, con cabeza de cánido, posa amorosamente su mano sobre el hombro del faraón. Detrás de Anubis, la diosa Isis, esposa de Osiris, hace el gesto ny-ny, y tras ella aparecen en cuclillas tres dioses del inframundo. Pero hay una cosa curiosa en las figuras representadas en este muro. No están pintadas siguiendo las mismas proporciones que las del resto de la cámara funeraria. Fueron dibujadas más cerca de la tradicional cuadrícula de 18 cuadrados característica del arte egipcio tradicional en lugar de la de 20 típica del arte de Amarna. ¿Un indicio del cambio de mentalidad que representó el reinado de Tutankamón respecto al período anterior?
6.11.22
Artículo de Jacinto Antón en el País 5 nov2022
El último secreto de Tutankamón se hace novela
El escritor Antonio Cabanas lleva a la ficción la polémica teoría de que existen cámaras ocultas en la tumba del faraón
JACINTO ANTÓN, · nov. 5, 2022
El novelista sigue las discutidas hipótesis de Nicholas Reeves La publicación coincide con el centenario del hallazgo de la tumba
La discutida y apasionante hipótesis de que la tumba de Tutankamón, de cuyo hallazgo se cumplió ayer exactamente un siglo y se celebró con diferentes actos en Egipto, esconde cámaras secretas acaba de llegar por primera vez a la ficción como parte de la nueva novela de un popular especialista español en la narrativa sobre el viejo país del Nilo, Antonio Cabanas. En su libro recién aparecido El sueño de Tutankamón (Ediciones B), una ficción ambientada en el reino del joven faraón, Cabanas (Las Palmas, 68 años), describe cómo la sepultura del rey descubierta por Howard Carter en 1922 en el Valle de los Reyes es sólo la reutilización de una parte de la que se construyó para su madrastra, la célebre reina Nefertiti. Las dependencias de esta habrían quedado ocultas detrás del muro que cierra la cámara funeraria del monarca, donde se encuentra su sarcófago.
Es la del novelista canario una plasmación literaria de la impactante teoría del egiptólogo británico Nicholas Reeves, que lleva desde 2015 planteando que la tumba de Nefertiti, todavía por descubrir, se halla en realidad a continuación de la de Tutankamón, para lo que alega argumentos arqueológicos e iconográficos. La teoría, aunque la mayoría de los egiptólogos y las autoridades egipcias en general la consideren poco menos que descabellada, no ha acabado de ser descartada y los que creen en ella reclaman que se realicen pruebas concluyentes en la tumba.
“Hay oquedades tras las paredes, y grietas que apuntan a que hay puertas; me parece que la teoría de Reeves, con el que he hablado varias veces, es bastante plausible”, señala Cabanas, de visita en Barcelona para presentar su libro en el Museo Egipcio de la ciudad. “Si crea polémica, estupendo; hay que ser valientes y me pareció que una novela era una buena forma de explorar el asunto”.
Ayer la tumba, en la que aparecieron objetos que hoy son grandes iconos de Egipto, como la máscara de oro, la capilla canópica o los ataúdes del rey, fue el centro de las celebraciones del centenario. Del programa se cayeron algunas cosas previstas como el anuncio que pensaba hacer Zahi Hawass de que ha identificado la momia de Nefertiti (parece que hay problemas de última hora con el ADN) y el estreno de la ópera del propio egiptólogo sobre Tutankamón, que se retrasa.
Se da la circunstancia de que la narrativa histórica española ha sido pionera también en alumbrar este año del aniversario una novela sobre Carter y su mecenas Lord Carnarvon que imagina que la muerte del segundo (que dio pie a la leyenda de la maldición de Tutankamón) fue un asesinato (La conjura del Valle de los Reyes, de Luis Melgar, La Esfera de los Libros). El premio Edhasa de novela histórica ha recaído este año asimismo en una obra en la que, aunque centrada en Nefertiti, aparece Tutankamón (La faraona oculta, de Abraham Juárez). La ficción no es la única conexión literaria española con el centenario. Han aparecido varios ensayos sobre el descubrimiento, entre ellos el interesantísimo dedicado a la estancia de Howard Carter en Madrid, sus conferencias en la capital y su amistad con el Duque de Alba (Tutankhamón, Howard Carter en España, de Myriam Seco y Javier Martínez Babón, con prólogo de Zahi Hawass, Almuzara).
El sueño de Tutankamón es la historia de la vida de un pescador egipcio de misteriosos orígenes, Nehebkau, que traba una intensa amistad con Tutankamón. La relación le sirve al autor para describir los principales acontecimientos de la corta existencia del rey y de la turbulenta época de Amarna. En la novela, cuando muere Tutankamón le hacen un cambiazo de sepultura: la que estaba siendo construida para él se la apropia su sucesor, el visir Ay, y al joven difunto le apañan una parte del sepulcro de Nefertiti, reutilizando parte del ajuar de esta y de otros personajes muertos de la familia real (es cierto que una gran proporción de los más de cinco mil objetos enterrados con Tutankamón no estaban destinados a él; eran de segunda mano por así decirlo).
Cabanas describe, y esto excitará a muchos fans de la egiptología y sus misterios, cómo el superintendente de la necrópolis y los obreros rompen los sellos de la tumba de Nefertiti, derriban la puerta (la misma por la que entrará más de tres mil años después Howard Carter sin imaginar las cosas maravillosas que habían pasado ahí) y reacondicionan la sepultura. Tutankamón quedará así instalado en lo que sería en realidad, y de ahí su pequeñez, sólo el tramo inicial de la tumba de Nefertiti, esta sí de tamaño normal para un faraón (la reina habría reinado como tal, con el nombre de Smenkhara, el misterioso rey de las listas que sería en realidad ella). En la novela, que recoge todas estas teorías modernas, se describe incluso cómo un artista modifica las pinturas (y los textos) que representan a Nefertiti para que el que aparezca sea Tutankamón (también parte de la hipótesis de Reeves).
En la narración de Cabanas, en la que asistimos como observadores privilegiados al entierro de Tutankamón, la manipulación de la tumba sirve además para que el enterramiento de Nefertiti quede oculto y por tanto protegido de la inquina de los que odian a la reina por su papel en la herejía atoniana.
No es ni mucho menos el único interés egiptológico de El sueño de Tutankamón: la reconstrucción de la vida y la muerte del faraón (a causa de un accidente de carro cazando Oryx en el desierto que se suma a la mala salud crónica del rey, debilitado por la malaria y por discapacidades congénitas) es muy buena y Cabanas utiliza la ficción para ofrecer imaginativas respuestas a muchas de las preguntas que plantea la historia del joven rey, aunque no a una de las cuestiones clave, quién era la madre de Tutankamón, algo en lo que prefiere no aventurar un nombre.
El relato es claramente deudor de Sinuhé el egipcio, el gran clásico de Mika Waltari: la amistad del faraón y un súbdito (aunque allí el rey era Akenatón y Sinuhé, un médico), la identidad secreta de este y su infelicidad existencial, la pérdida del amor, el criado respondón, la cortesana lasciva y malvada…
Un aliciente extra de la novela es que el protagonista tiene una extraña capacidad de comunicarse con las serpientes. Cabanas ha estudiado a fondo las cobras, con las que ha tenido varios encuentros espeluznantes.
Destaca también en El sueño de Tutankamón el ardor con que están descritas las escenas eróticas y la atención a los usos sexuales de la civilización egipcia.
4.11.22
Explorando el sexo en el antiguo Egipto
Explorando el sexo en el antiguo Egipto
La gente a menudo tiene la extraña idea de que las personas en los "viejos tiempos" eran mucho más conservadoras en lo que respecta al sexo que en la actualidad. Sin embargo, si la historia moderna nos dice algo es que la gente todavía tiene complejos extraños cuando se trata de sexo. Ahora, más que nunca, nuestros titulares están llenos de historias sobre lo que a la gente le gusta hacer a puerta cerrada. Si echamos un vistazo a nuestros antepasados, a menudo encontramos que, en todo caso, eran mucho más abiertos de mente que nosotros en la actualidad. El sexo en el antiguo Egipto es un excelente ejemplo.
Fragmento de un ostracón de piedra caliza excavado en Deir el-Medina, Tebas, que representa una escena de sexo en el antiguo Egipto. (Museo Británico / CC BY-NC-SA 4.0)
Representaciones del sexo en el antiguo Egipto
Al observar cómo una civilización veía el sexo, un buen punto de partida suele ser mirar sus obras de arte. ¿Cómo representan los artistas el sexo? ¿Qué tan prominentemente se exhibieron las obras de arte gráficas? De este tipo de fuentes, podemos aprender detalles más íntimos, como qué posiciones eran populares, qué actos eran socialmente aceptables o más sobre las actitudes generales hacia el sexo.
Cuando se trata de obras de arte egipcias, uno podría ser perdonado por pensar que todos eran mojigatos. En la obra de arte egipcia, el acto en sí rara vez se detalla explícitamente. En cambio, a menudo se alude a él. Una posible razón de esto es que la obra de arte se exhibió de manera destacada en tumbas y templos. Puede ser que mantuvieran la obra de arte vainilla como una señal de respeto y para evitar cualquier profanación de los espacios sagrados.
Procreación, placer y castigo: costumbres y prácticas sexuales de la antigüedad
Las enfermedades de transmisión sexual impulsaron la monogamia
Cuando las obras de arte egipcias se volvieron gráficas, a menudo usaron soluciones alternativas. Por ejemplo, una o más de las partes serían reemplazadas por la imagen de un animal. O usarían eufemismos visuales en su lugar.
Un ejemplo clásico es una imagen en la que se muestra a un rey egipcio Tutankamón sentado en un cofre manejando su "arco". Su esposa está de pie junto a él, con la flecha lista, mientras que Tutankamón está listo para disparar. Esto es significativo porque en el antiguo Egipto la palabra "disparar" es lo mismo que eyacular. Es seguro decir que la imagen no se trataba necesariamente de Tutankamón practicando sus habilidades de tiro con arco.
Por supuesto, esta aversión a las obras de arte eróticas no significa que no haya ninguna. Los antiguos egipcios eran famosos por su habilidad para construir monumentos impresionantes y parece que siempre ha sido la naturaleza humana garabatear algo grosero en el costado de los grandes edificios. Hay un ejemplo famoso de grafiti sexualmente explícito que muestra a Hatshepsut y Senenmut disfrutando de la compañía del otro.
El papiro erótico de Turín: el playboy del antiguo Egipto
Además de ejemplos de groseros grafitis, también tenemos el Papiro Erótico de Turín. El Papiro de Turín data de alrededor de 1150 a. C., pero no fue descubierto hasta principios del siglo XIX. Ha sido descrita como la primera revista para hombres del mundo. Piense en ello como un antiguo Playboy egipcio.
El papiro erótico de Turín muestra una mezcla de personas, animales o ambos en una serie de diferentes actos y posiciones sexuales. Los historiadores no parecen estar de acuerdo con el propósito del documento. Algunos afirman que es una obra de sátira, hecha para burlarse de la obsesión humana por el sexo y, al mismo tiempo, de la mojigatería egipcia. También se afirma que el papiro erótico de Turín tiene como objetivo burlarse de la clase alta hedonista.
Algunos historiadores llegan a decir que es un registro de las acciones entre una prostituta y su rico cliente. Sabemos que los egipcios a veces usaban imágenes de animales cuando representaban el sexo por motivos de modestia, por lo que aquí se afirma que las imágenes de animales se usaron para salvar la modestia del supuesto cliente. Sin embargo, esto no parece aplicable a un documento que ya muestra a los humanos en el acto.
Sin embargo, hay expertos a los que no les convence este argumento. En su lugar, opinan que si parece pornografía, probablemente sea pornografía, de ahí la analogía de la revista para hombres. Por supuesto, podrían ser ambos. Una obra de sátira diseñada no solo para burlarse, sino también para excitar. La existencia de este tipo de obras de arte sexualmente explícitas parece mostrar que los antiguos egipcios no eran mojigatos en absoluto. De hecho, en muchos sentidos, eran bastante liberales en lo que respecta al sexo. Mucho más que muchas personas hoy en día.
Los antiguos y misteriosos juguetes sexuales de la milenaria realeza china
Tutankamón usó condones
El Papiro Erótico de Turín se ha hecho famoso por su contenido erótico. Una antigua pintura en rollo de papiro egipcio que data de aproximadamente 1150 a. C., fue descubierta en Deir el-Medina en el siglo XIX y se descubrió que incluía varias viñetas eróticas que muestran posiciones sexuales. Ahora se encuentra en exhibición en el Museo Egizio de Turín. (Museo Egizio / CC BY 2.0 IT)
El Papiro Erótico de Turín se ha hecho famoso por su contenido erótico. Una antigua pintura en rollo de papiro egipcio que data de aproximadamente 1150 a. C., fue descubierta en Deir el-Medina en el siglo XIX y se descubrió que incluía varias viñetas eróticas que muestran posiciones sexuales. Ahora se encuentra en exhibición en el Museo Egizio de Turín. (Museo Egizio / CC BY 2.0 IT)
Si bien el original se encuentra en mal estado de conservación, los expertos han reconstruido su contenido. Este es un segmento de las escenas eróticas dentro del papiro reconstruido. (Tatiana Gorbutovich / Uso Justo)
El enfoque del Antiguo Egipto a la virginidad
Un rasgo común de la historia más reciente es cierta obsesión por la virginidad y la pureza. Por supuesto, esto se vincula con las religiones dominantes de los últimos tiempos. Después de todo, el cristianismo es una religión que se basa en la idea de un nacimiento inmaculado. Incluso hoy en día, la idea del sexo antes del matrimonio está mal vista en gran parte del mundo, tanto en desarrollo como desarrollado. Sin embargo, no siempre ha sido así. Diferentes civilizaciones antiguas tenían diferentes enfoques de la virginidad.
Para los antiguos egipcios, la virginidad no era un problema y perder la virginidad no era gran cosa. Era completamente normal que la gente tuviera relaciones sexuales antes del matrimonio. En resumen, si eras joven y soltero, eras libre de conectarte con quien quisieras. Con una advertencia. La otra parte también debe ser soltera.
Es posible que a los antiguos egipcios no les importara el sexo antes del matrimonio, pero una vez que estabas en una relación comprometida, el adulterio era un gran no-no. Esta indiferencia hacia la virginidad se resume mejor en el hecho de que no tenían una palabra para virgen o virginidad. El concepto simplemente no parece haber existido.
Un relieve pintado que representa al dios egipcio Min en Deir el-Medina. (Instituto para el Estudio del Mundo Antiguo / CC BY 2.0)
Masturbación divina: el placer propio en el antiguo Egipto
Otro complejo que los antiguos egipcios no tenían era la masturbación. En estos días, a menudo no hablamos de la masturbación en una conversación educada, y si surge el tema, es probable que le digan a un joven que se quedará ciego o que Dios lo está mirando. De hecho, una parte de algunas creencias religiosas modernas es que la masturbación es un pecado. El sexo es entre un hombre y su esposa, no entre un hombre y... él mismo. Los antiguos egipcios habrían tendido a estar en desacuerdo. En todo caso, el acto de un hombre masturbándose visto como un acto casi divino. ¿Por qué? Porque Dios también lo hizo.
La religión del antiguo Egipto está llena de historias sexuales, algunas bastante extrañas. Hay algunos mitos de la creación en conflicto, pero el que nos preocupa presenta al dios de la creación complaciéndose a sí mismo. Tiene al primer dios (tal vez Atum, tal vez Ra dependiendo de la época) creándose a sí mismo. Su primera tarea como dios fue crear las otras deidades.
Como el único ser existente, no podía hacer esto exactamente a través de la fornicación, así que se masturbó y luego escupió a su descendencia, Shu y Tefnut. Luego pasaron a crear más dioses y diosas. En resumen, según los antiguos egipcios, la masturbación desempeñó un papel importante en el nacimiento del mundo. Entonces, por supuesto, no era algo para estar mal visto.
Pero ¿qué pasa con la masturbación femenina? La respuesta a esta pregunta es un poco menos clara. Es probable que, una vez más, no haya sido un gran problema. Como no hay muchas referencias históricas al respecto, es probable que se aceptara pero no se hablara de él.
Sabemos que la masturbación femenina está representada en el Papiro Erótico de Turín, que presenta a una dama sentada en un jarrón como un acto de masturbación. También está la famosa historia de Cleopatra y las abejas. Para ser 100% claro, esto es un rumor y no pude encontrar evidencia histórica que lo respalde. Pero como normalmente no hay humo sin fuego, la historia sigue siendo relevante.
La historia cuenta que Cleopatra tuvo la primera ayuda sexual del mundo en forma de un juguete sexual rudimentario. Se afirma (pero una vez más no se verifica) que tenía una calabaza ahuecada o una caja vacía llena de abejas. Se cree que el zumbido de estas abejas enojadas haría vibrar su contenedor. Los puntos se pueden juntar desde allí.
Al excavar la tumba de Tutankamón, los arqueólogos encontraron un condón de lino fino, que había sido empapado en aceite de oliva y habría estado atado a una cuerda que se ataba alrededor de su cintura. Data del año 1350 a.C. Los expertos no están seguros de si se usaba con fines rituales, para prevenir enfermedades o como método anticonceptivo. (Museo de Egipto)
Anticoncepción y abortos: no es gran cosa en el antiguo Egipto
El sexo en el antiguo Egipto era relativamente seguro. Los anticonceptivos no eran raros ni tabú. Gracias al papiro ginecológico de Kahun, en realidad tenemos una buena idea de lo que se incluyó en la anticoncepción egipcia. Es seguro decir que algunas de las recetas son bastante difíciles de digerir.
Un ejemplo es el uso de la savia del árbol de acacia que se usaba para “cerrar la boca del útero”. Esto puede sonar como una buena manera de contraer una infección desagradable, pero existe cierta evidencia científica de que esto podría haber funcionado. El chicle contiene un espermicida conocido, ácido láctico. Otra forma de anticoncepción, más preocupante, era un diafragma hecho de estiércol de cocodrilo, dátiles, acacia y miel.
Una búsqueda rápida en Google mostrará que los egipcios tenían recetas para muchos tipos diferentes de anticonceptivos. Esto no significa necesariamente que todos fueran efectivos. Es probable que para la mayoría de las mujeres de la época estos anticonceptivos solo ayudaran a posponer lo inevitable.
La primera evidencia registrada de aborto también proviene del antiguo Egipto. La fuente es el papiro Ebers egipcio de 1550 a. C. Sin embargo, estos abortos no eran como los consideramos hoy. Los abortos tendían a ser no invasivos y no quirúrgicos. En su lugar, se utilizaron bebidas a base de hierbas, duchas vaginales y supositorios. Además de esto, era común utilizar actividades físicas extenuantes, del tipo que los médicos a menudo aconsejan evitar a las mujeres embarazadas, para provocar un aborto espontáneo.
Los dioses Seth (izquierda) y Horus (derecha) adorando a Ramsés en el pequeño templo de Abu Simbel. La historia de los dioses Seth y Horus revela detalles sobre la actitud hacia la homosexualidad en el antiguo Egipto. (Dominio publico)
Actitudes hacia la homosexualidad en el antiguo Egipto
Parecería que la actitud de laissez-faire hacia el sexo en el antiguo Egipto probablemente se extendía a la orientación sexual, al menos hasta cierto punto. La sociedad egipcia en general parece algo heteronormativa. Se esperaba que las personas se casaran jóvenes y, cuando estuvieran listas, comenzarían a producir pequeños. El matrimonio se tomaba en serio y las familias numerosas eran comunes.
No hay mucha información sobre la homosexualidad en el antiguo Egipto, pero lo que tenemos muestra que la actitud hacia la homosexualidad era similar a la de la antigua Grecia. La evidencia en cuestión es la historia algo homoerótica de los dioses Seth y Horus.
Seth quería ser el dios supremo y, por supuesto, solo había una forma razonable de hacerlo. Al fornicar a la fuerza con su principal rival, Horus, para mostrar su superioridad y dominio. Planeaba poner a los otros dioses en contra de Seth mostrándolo débil y femenino. Su plan fracasó cuando Isis intervino, protegió a Horus y engañó a Seth para que comiera el semen de Horus, lo que puso a Seth en una posición sumisa.
Lo que podemos sacar de esto es que los antiguos egipcios no tenían nada en contra de la homosexualidad en general. Pero fue unilateral. No había nada de malo en ser el socio activo, pero se menospreciaba ser el socio pasivo. En términos más crudos, estaba bien dar pero no recibir.
Por otro lado, la tumba de Niankhknum y Khnumhotep en Saqqara pinta potencialmente una visión más ilustrada de la homosexualidad en el antiguo Egipto. Quizás. Hay cierto desacuerdo sobre lo que representa la tumba, así que vamos a desglosarlo.
La tumba de Saqqara es anómala porque era muy poco común que dos hombres ricos de clase alta de la época compartieran una tumba. La obra de arte de la tumba muestra a los dos hombres de cerca, y las situaciones íntimas representadas ciertamente hacen que parezca que estaban muy cerca. Tras su descubrimiento, algunos egiptólogos sugirieron que eran simplemente hermanos. Quizás incluso siameses que no tenían otra opción que tocarse constantemente.
Esto se siente como un poco exagerado. De hecho, las paredes de la tumba están adornadas con imágenes de las esposas de los dos hombres y su descendencia múltiple. Así que tal vez eran dos amigos íntimos heterosexuales, casados y heterosexuales. Sin embargo, también es cierto que las paredes muestran a los hombres abrazándose de una manera que generalmente solo se usa para representar parejas heterosexuales. Esta representación de los dos hombres es increíblemente extraña si fueran simplemente amigos o hermanos.
Parece completamente posible que los dos hombres fueran homosexuales o bisexuales y que tuvieran una relación romántica mientras tenían hijos con sus esposas. También es muy posible que este sea un ejemplo temprano de poliamor. De cualquier forma que lo mires, parece increíblemente heteronormativo ignorar las señales y pintar a los dos hombres como dos hermanos extremadamente cercanos, y posiblemente inusualmente, y dejarlo así.
Tumba conjunta de Mastaba que representa a Niankhkhnum y Khnumhotep abrazándose. Se especula que los dos hombres son amantes, aunque algunos egiptólogos argumentan que pueden haber sido hermanos o gemelos. (Kairoinfo4u / CC BY-NC-SA 2.0)
Esto no quiere decir que todo sea sol y arcoíris cuando se trata de sexo en el antiguo Egipto. Para empezar, hay evidencia para decir que, si bien estaban mal vistos, ni la bestialidad ni la necrofilia eran exactamente infrecuentes. Hay varios cuentos religiosos en el antiguo Egipto que presentan ambos. Parecería que en lugar de tomar estos cuentos como alegorías, en realidad era bastante común que algunas personas se dejaran llevar por sus impulsos más básicos. Según se informa, era tan malo que a veces tenían que retrasar la entrega de los cadáveres más atractivos a los embalsamadores para la momificación, por si acaso.
También hay evidencia de que su acercamiento al adulterio fue un poco desigual. Se suponía que las mujeres tenían la misma posición que los hombres, pero como era de esperar, parece que era más aceptable que el esposo jugara fuera de casa que la esposa. Además, como era de esperar, cuanto más rico eras, menos mal visto estaba.
En general, hay muchas cosas buenas que podemos aprender del antiguo enfoque egipcio sobre la sexualidad. Aceptaron que, en el fondo, las personas son seres sexuales. La religión se utilizó para fomentar esto, no para desalentarlo. El sexo era una parte divina y hermosa, pero también normal, de la vida cotidiana, y no algo que debía evitarse.
Hace miles de años, los egipcios daban por sentadas las mismas libertades por las que muchas personas aún luchan hoy. ¿Y qué hay de los muchos prejuicios que la gente enfrenta todos los días? Ni siquiera existían. Por supuesto, nunca debemos mirar la historia a través de lentes color de rosa, pero parece que hay una lección que aprender aquí.
Autor Robbie Mitchell
Brewer. D & Teeter. E. 1999. Egypt and the Egyptians. Cambridge University Press. Disponible en: https://fathom.lib.uchicago.edu/2/21701778/
Lyon. A. 2014. “Ancient Egyptian Sexuality” in Brewinmate. Disponible en: https://brewminate.com/ancient-egyptian-sexuality/
Manniche. L. 2002. Sexual Life in Ancient Egypt. Kegan Paul Limited.
Mark. J. 2016. “Love, Sex and Marriage in Ancient Egypt” in World History. Disponible en: https://www.worldhistory.org/article/934/love-sex-and-marriage-in-ancient-egypt/
Wilford. J. 2005. “A Mystery, Locked in an Embrace” in The New York Times. Disponible en: https://www.nytimes.com/2005/12/20/science/a-mystery-locked-in-timeless-embrace.html